31 ene 2009






Todo, el mundo, la vida, la sociedad, nosotros, es infinitamente más complicado de lo que creemos. Lo es, si uno lo observa bien, este movimiento de mi mano. Hemos simplificado todo, abstrayéndolo, para ir entendiéndonos; y, sobre todo, para hacernos llevadera la vida. La tragedia de vivir (y morir) no puede sino paliarse. Profundizar es no entender y desesperar. Lo mejor es mirar y pasar, como aconseja Virgilio a Dante en el Infierno. Dostoievski es, me parece, el primero que se detiene a observar con lupa y que demora el tiempo para observar mejor. Y lo que se ve con la lupa es lo que no se ve con los ojos. Les digo esto porque nada hay más cruel que ignorar lo que es cruel. Podemos incurrir en esto.





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